Convirtiendo lugares comunes en poesia...
Acabo de terminar de ver Away We Go. Y debo de declarar que Sam Mendes es Dios. Asi, con mayuscula.
Desde ahorita debo advertir que no soy nada buena con las palabras, ni haciendo reseñas, ni con el leunguaje en general. Asi que cualquier tipo de incoherencia, pido una disculpa de antemano.
Llamenlo la situacion en la que me encuentro, llamenlo sentimentalismo, llamenlo cursileria... pero termine chillando como criada. No porque sea una historia triste, sino porque esta brillantemente contada.
La historia narra la vida de una pareja Burt y Verona, quienes van a tener un bebe y en busca de un lugar perfecto para formar una familia, visitan varias ciudades para tratar de encontrar su lugar en el mundo.
Suena como un lugar comun. Y lo es. La historia es tediosamente ordinaria, no tiene nada inusual.
Y eso es lo que la hace perfecta. Que aun siendo algo que le pasa a cientos de parejas todos los dias, Mendes logra convertir esta cotidianedad en un mundo aislado de todos los demas. Vemos a Burt y a Verona visitar diferentes lugares y diferentes parejas tratando de encontrar "un hogar", pero en realidad lo que estan haciendo es viajar a traves de diferentes mundos y realidades.
Y es que lo que de verdad me movio fue este mundo privado que parecen tener. Burt y Verona tienen un lenguaje independiente de todos y de todo. Crean una realidad independiente de todos lo que los rodean y el mundo de uno es el otro. Completamente. Aunque Verona està embarazada, èsto no les mueve la realidad ni parecen estar desesperados (como pasa en la mayoria de los embarazos no planeados) No se freakean, ni siquiera tiemblan.
Y ahi es cuando nos damos cuenta que en realidad no estan buscando nada, mas bien ellos son los narradores que nos introducen a las diferentes realidades de las personas que visitan.
Quienes estan buscando somos nosotros, no ellos.
No puedo describir con palabras lo que me hizo sentir Away We Go, solo espero que estos morfemas les planten un poco de curiosidad, y salgan a buscarla. No se arrepentiràn.
Hace unos meses estuve a punto de irla a ver al cine con alguien. Estoy re contenta de haberla visto sola.
Llamenlo la situacion en la que me encuentro, llamenlo sentimentalismo, llamenlo cursileria... pero termine chillando como criada. No porque sea una historia triste, sino porque esta brillantemente contada.
La historia narra la vida de una pareja Burt y Verona, quienes van a tener un bebe y en busca de un lugar perfecto para formar una familia, visitan varias ciudades para tratar de encontrar su lugar en el mundo.
Suena como un lugar comun. Y lo es. La historia es tediosamente ordinaria, no tiene nada inusual.
Y eso es lo que la hace perfecta. Que aun siendo algo que le pasa a cientos de parejas todos los dias, Mendes logra convertir esta cotidianedad en un mundo aislado de todos los demas. Vemos a Burt y a Verona visitar diferentes lugares y diferentes parejas tratando de encontrar "un hogar", pero en realidad lo que estan haciendo es viajar a traves de diferentes mundos y realidades.
Y es que lo que de verdad me movio fue este mundo privado que parecen tener. Burt y Verona tienen un lenguaje independiente de todos y de todo. Crean una realidad independiente de todos lo que los rodean y el mundo de uno es el otro. Completamente. Aunque Verona està embarazada, èsto no les mueve la realidad ni parecen estar desesperados (como pasa en la mayoria de los embarazos no planeados) No se freakean, ni siquiera tiemblan.
Y ahi es cuando nos damos cuenta que en realidad no estan buscando nada, mas bien ellos son los narradores que nos introducen a las diferentes realidades de las personas que visitan.
Quienes estan buscando somos nosotros, no ellos.
No puedo describir con palabras lo que me hizo sentir Away We Go, solo espero que estos morfemas les planten un poco de curiosidad, y salgan a buscarla. No se arrepentiràn.
Hace unos meses estuve a punto de irla a ver al cine con alguien. Estoy re contenta de haberla visto sola.
Labels: films